El Sol y la Luna se unen en Tauro llevándonos al inicio de la temporada de eclipses central del año.
El mundo material y sus deseos nos encuentran en medio de la primavera demandando un cambio que, a momentos, parece nunca vaya a llegar. Con su urgencia y su concreción nos pudo apartar del principio más fundamental de la existencia. Y es que a las formas les precede el pensamiento.
Hermes viene a reclamar su trono y volando entre conceptos asistirá a Afrodita a reunir los tan deseados ingredientes del banquete: Verdad, belleza, armonía, sensualidad…y muchos mensajes. Y sorpresas. El perfume está en el aire para aquellos que aún conserven el olfato. Haciéndose ella la disimulada le pasa una nota a Hermes. En ésta se lee: «Invita a Plutón ;***».
Ares anda deshubicado y muy sensible. La acción exige independencia…y revolución. Pasado y futuro. ¿O es al revés?. Volver a actuar desde las emociones sea quizás la más valiente y radical de las azañas. Aquí lo que llega es una transacción de Bitcoin que manda Urano con OPT_RETURN: «El ganso ha anidado».
Saturno no anda muy lejos y temiendo que el ganso pueda ser él, va afilando la guadaña por lo que pueda pasar. Sabe que el tiempo le pertenece y deseando que estemos aprendiendo algo en el proceso nos deja también el más obvio de los mensajes: «Volveré». Saturno en «estado» puro.
Júpiter ya tiene hechas las maletas y se prepara para pasar una temporada en casa. Aún de traslado nos ofrecerá una visión: De donde venimos y hacía donde vamos. O eso parece. Ver para creer. Desde ahí sólo podremos ir a mejor. Te hemos echado de menos.
Neptuno ya le espera en Piscis y como regalo de bienvenida nos ofrece a tod@s un sueño. Algo que no nos pertenece pero de lo que formamos parte. ¿Habŕa sido todo sólo una pesadilla?. La ciencia sin conciencia es la ruina del alma.
Suerte!